Las
siguientes características corresponden a un niño con déficit de
atención:
- A menudo no presta atención suficiente a los detalles y comete errores por descuido tanto en las tareas escolares como en otras actividades.
- A menudo tiene dificultad para mantener la atención en las tares.
- A menudo tiene dificultad para organizar tareas o actividades.
- A menudo evita tareas que le requieren esfuerzo mental.
- A menudo no sigue las instrucciones que se le indican.
- A menudo parece no escuchar cuando se le habla.
- A menudo pierde cosas necesarias para las tareas (lápices, libros, ejercicios escolares, agenda,?.).
- A menudo se distrae fácilmente por estímulos irrelevantes.
- A menudo tiene dificultad para prestar atención a dos estímulos distintos .
En numerosas ocasiones se
confunde un niño con Déficit de atención con un niño vago o con
poca capacidad intelectual y no tiene nada que ver.
Si tú hijo reúne la
mayor parte de éstas características te recomendamos hacerle un
estudio que permita comenzar a ayudarlo cuanto antes. La edad para
acudir al profesional dependerá de las características de cada
caso, aunque cada vez se dan más sospechas de diagnóstico en la
ETAPA PRESCOLAR.
La entrada en primaria
supone un gran cambio para el niño: las exigencias educativas
aumentan considerablemente, es entonces cuando el niño se siente más
abrumado y desbordado ante las tareas escolares. Por ello es
importante que ya desde infantil si tienes sospechas de que pueda
tener este problema te pongas en marcha y busques ayuda.
El tratamiento es
sencillo si se coge a tiempo, conforme pasan los años aumentan las
consecuencias negativas tanto para el rendimiento escolar del niño
como para su autoestima.
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